Otro día, entre las nieblas que avanzan
Ningunas dudas en mi cabeza
Oh capitán, mi capitán
Y menos aún en mi corazón.
Siento que avanzamos por ese camino
Donde no existe el dios de la rutina
Ni del cansancio, y solo la risa gana
No me quites tu risa, porque me moriría
Oh capitán, mi capitán
Y menos aún en mi corazón.
Siento que avanzamos por ese camino
Donde no existe el dios de la rutina
Ni del cansancio, y solo la risa gana
No me quites tu risa, porque me moriría
Entre tus labios veo el calor desgastado
De aquellos cuerpos unidos y abrazados.Recuerdo cuando salíamos a navegar
Y el mar que de repente nos daba la espalda,
Mientras, la brisa de la aquella playa nos ataba.
Las lágrimas se fundían en nubes
Que después descargaban con furia
Inundando de dicha o de inquietud
Cuerpos ya habitados por los años.
Otra noche de sudor en Ítaca
Y el marino perdió la gracia del mar
Todo va a ser diferente entre las dunas.
Mañana iré a recorrer ese camino
A sentir en cada paso tu compañía, tu sonrisa
Pero ya te habrás ido, tal vez por allí
Por donde ya no existirá siquiera
La esperanza de volver a encontrarte.
Aunque por ahora y sin darme cuenta
De entre mis manos se ha deslizado sutil
Un nuevo silencio que de una manera viva
Me ha regalado un beso en la mejilla.