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sábado, 30 de abril de 2011

Un día de primavera



Empieza Mayo, el mes de la primavera por excelencia, el mes del amor, que para eso se acaban de casar Guillermo y Catalina, el mes donde las mujeres acortan las faldas y a algunos hombres nos salen granos, unos mas grandes que otros. Los días son largos, apetece desnudarse e ir a la playa, sentir el calor del sol sobre el cuerpo y contrarestarlo con un baño en cualquier playa, aunque sea gallega.
Me gusta Mayo, un día de este mes, hasta escribí un poema de amor para darselo a alguien importante, otro día fui a ver el nacimiento de un ternero, y me imagino que me habrán pasado algunas cosas mas, que para eso es un mes de 31 días.
Y no hablemos de las flores, sobre todo porque no entiendo mucho, pero sé que me gusta regalarlas como una rosa que cogí ayer mismo y unas margaritas de esas silvestres, que son las mejores flores, si, esas que no cuida nadie, y seran mas feas tal vez, pero mas autenticas.
Yo trato de aprovechar el mes para hacer igual, tratar de ser autentico, ser yo, cuesta tanto tantas veces, es hermoso disfrutar el sol, un paseo por el bosque, sentarse sobre la hierba y no decir nada, solo mirar, tocar, ver, oler y cual me falta, si, gustar, saborear, sobre todo si son unos besos o un trozo de tarta o una cerveza en una terraza que mira al mar y a un castillo.



Mayo, también es un buen mes para morir, me imagino lo bonitas que estarn las flores sobre la lápida y me foto sonriente entre los cipreses, mientras suena el adagio de Mahler, como me tienes cogido y como me envuelve es como si fuera esta tela de araña.


Mayo, recuerdo el año pasado haciendo el camino de santiago, y el día de las letras gallegas por lo que he decidido poner un poema de Rosalía de Castro, al fin y al cabo quien mejor para hablar de mayo.



Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.

¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.

No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitar el polo.

lunes, 25 de abril de 2011

se ha ido gonzalo rojas

Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma,
y te quedas como inmóvil, oyendo que te llamo...





Los cómplices

Te decía en la carta
que juntar cuatro versos
no era tener el pasaporte a la felicidad
timbrado en el bolsillo,
y otras cosas más o menos serias
como dándote a entender
que desde antiguamente soy tu cómplice
cuando bajas a los arsenales de la noche
y pones toda tu alma
y la respiración
perfectamente controlada,
por mantener en pie tus rebeliones
tus milicias secretas
a costa de ese tiempo perdido
en comerte las uñas, en mantener a raya
tus palpitaciones,
en golpearte el pecho por los malos sueños,
y no sé cuántas cosas más
que, francamente, te gastan la salud
cuando en el fondo
sabes que estoy contigo
aunque no te vea
ni tome desayuno en tu mesa
ni mi cabeza amanezca en tu pecho
como un niño con frío,
y eso no necesita escribirse.




Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación...

Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure
en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.
Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.
Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no lo crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá
en el fondo.
Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.
Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.

De “Contra la muerte”

jueves, 21 de abril de 2011

Paris y Jim Morrison




Hace poco estuve viendo su tumba, hoy quiero rendirle un homenaje, aunque no venga a cuento.
Pero quiero recordar las noches de angustia, soledad, y sufrimiento que he pasado con ayuda de canciones como esta.

Hace poco fuí a Paris y uno de los motivos fue ver su tumba y esta es la foto.

sábado, 16 de abril de 2011

Natanael, dos años de blog, y aún me gusta

Aquella primera entrada era una frase de André Gide, de un libro que tal vez sea mi libro de cabecera, y que decía así:

El placer llamaba a mi puerta; el deseo le contestó en mi corazón; yo permanecí de rodillas, sin abrir.

jueves, 14 de abril de 2011

Un día tonto


Luar Na Lubre - Tu Gitana por Warner-Music

Aquella muchacha tenía un pañuelo de flores rojas y negras, y siempre rodeaba su cuello.
Aquella muchacha tenía los ojos negros y grandes pero su mirada iba dirigida al horizonte, tal vez al horizonte de otra persona. Muchos días me acercaba al puerto solo por verla pasar, después se sentaba en el muro que rodea a la terraza y mirando al mar sus ojos parecían preguntar y debía de existir un diálogo entre ellos y el mar, porque a veces los dos sonreían y otras veces se enfadaban. Aquella muchacha tenía una piel lisa y morena y unos cabellos largos y negros que ondulaban al mismo ritmo que su pañuelo; nunca me saludó y tan solo un día volvió su mirada hacia mí, fue un día que hacía bastante viento y al pasar junto a mí, el pañuelo se le desprendió del cuello y cayó junto a mis pies, lo recogí y al entregárselo, nuestras manos se rozaron tibiamente, ella no dijo nada y yo no tuve fuerzas para hablarle, solo sonreímos; cuantas veces le di las gracias aquel viento, ese día empecé a enamorarme de ella.
       Siempre iba sola, incluso una vez que la encontré en el mercado comprando naranjas, y en el pueblo nadie la conocía ni sabían de donde era, su misterio me intrigaba y mi amor fue tan grande que pasaba el día esperando la hora en que se cruzaba conmigo para sentarse frente al mar.
       Cuando llovía se resguardaba bajo los aleros de la pescadería, ya totalmente vacía y dispuesta para la subasta del día siguiente, allí fumaba lentamente mientras el agua del mar y de la lluvia se unían en una niebla que la envolvía...
            Un día hacia el final del verano aquella muchacha que tenía un pañuelo de flores rojas y negras y que siempre rodeaba su cuello desapareció y yo... yo la recuerdo ahora.

miércoles, 13 de abril de 2011

Curioso, no?

Como se crea un movimiento.
Yo empecé ayer a bailar ayer en la puerta del bar, pero no me siguió nadie.




En el boton de share, encontrareis la forma de subtitularlo en castellano, espero que os guste y que os pongais a bailar ya.

sábado, 9 de abril de 2011

Y los delfines pasaron



Anochece, el sol se pierde entre el puerto y el mar, sentados frente a la marea que sube hablamos de la felicidad y de aquello que se siente cuando existe el sol, el calor, la desnudez y la mejor compañia. Y nos damos cuenta de que lo único que hacemos es navegar, entre gaviotas y delfines que nos saludan entre guiños al pasar por delante.
Lo que se siente entonces tal vez sea el diez, el resto de momentos habría que compararlos con este, y valorar cada instante que vives, de tal forma que cuando bajes de cinco, mejor lo dejamos y hacemos otra cosa.
Ser feliz es como bailar, dejarte llevar por un cuerpo con él que te armonizas de tal forma que llegan a ser el mismo. Bailar, siempre o por lo menos hasta el fin del amor.
Por eso llévame contigo, navega conmigo, baila conmigo, y cuando nos cansemos dejame sentarme a tu lado, frente a la marea que sube, sintiendo el sol, el calor, desnudos y deja que las gaviotas y los delfines nos hagan guiños y nos lleven a bailar, bailar hasta el fin del amor.

miércoles, 6 de abril de 2011

Un libro que no se olvida

Hoy se cumplen años (68) de la publicación de este libro que a mas de uno, nos dejó alguna secuela.
Se considera un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.


Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.

sábado, 2 de abril de 2011

Disyuntiva

 

Playa en galicia




Hoy es un día diferente hace calorcillo en la coruña, tanto que ayer fuí a la playa, era mi primer día de playa. A mi me gusta mucho el sol, el calor, la playa y hasta esa desnudez que se siente ante un día de estos. No sé si el tiempo tendrá algo que ver, pero cuando estás desnudo te abres más interiormente y hasta algunas veces eres capaz de decir lo que sientes, o expresarlo, que posiblemente con una mirada, o una sonrisa, o tal vez una lágrima sea suficiente.
Así me explico yo, porqué en el norte son como más cerrados, y los sentimientos se explican como la negación de una acción, por ejemplo te dicen: si no te he echado a la calle, es porque me gusta que estés en mi casa; pero eso lo tienes que entender tú, nunca te diran: que alegría me has dado al venir. Bueno tal vez sea una exageración, ahora que lo leo. Pero el mal tiempo influye, sí, por mucho que digán que la lluvia es arte, pero me refiero más a esos días oscuros, con ese frío que entra hasta las entrañas, que no te deja espacio para caricias o mimos, tal vez por no sacar las manos del abrigo.
Yo estoy esperando a que acabe la crisis, es jodido tener que depender de unos putos bancos, para poder escaparme al sur, es decir al sol, al calor, a la playa, y sentirme como mas libre, aunque mis raices sureñas aún perduran y espero que aguanten.
Aunque bueno, tampoco puedo decir que me haya ido mal, en este norte, tengo amigos magnificos, tal vez demasiado para lo que yo soy, me emociona el sonido de una gaita tanto como el de la guitarra, adoro esta comida de crustáceos y peces y hasta la tortilla que es insuperable cuando tienes la compañia que necesitabas, y a veces me gusta la lluvia en el rostro que disimulan esas lágrimas que aunque no quieras de vez en cuando hay que soltar.
Siempre me pasa igual al final ya no sé lo que quiero, ni donde quiero estar, claro que todo es mucho mas facil, una temporada con las gaitas y otra con la guitarra, así no hay penas
Conclusión no sé de que me quejo, tal vez sea la edad, o los genes o porque echar la culpa a algo, es que soy un egoista, y lo quiero todo.

Playa por el sur