Hay días que todo es diferente, que el sol aparece por tu ventana nada más abrir los ojos, que de repente entra una música en tu cabeza y llegan recuerdos felices, de ayer, de antesdeayer, de siempre. Y te levantas rápido y hasta las naranjas de desayuno saben bien y sales a la calle casi bailando. Y las cosas tienen color, los arboles, el coche, la vecina, hasta las aceras. Hay días que llegas al trabajo orgulloso, de esos momentos que dices: -No sé que haría la empresa sin mi.
Pobre hombre.
Luego viene alguien o algo, una noticia en primera página, la guapa chica del telediario, tu jefe, sí, siempre hay alguien que apaga el sol o por lo menos lo oscurece lo suficiente para que la vida se transforme en blanco y negro, sin una mala vela encendida encima de la chimenea. Toda tu vida es gris, de ese color estaño que tanto enfría la piel y el pecho, sin ese calor de una mano que te acaricia.
Pobre hombre.
Después vuelves a casa y tu mujer se ha ido, a donde?.
1 comentario:
Hace tiempo que aprendí a darme cuenta de que no hay nadie imprescindible y menos en el trabajo. Si uno aprende a vivir con eso el Sol vuelve a brillar.
Eso sí, también aprendi que el "otro vendrá que bueno te hará", también se cumple, ...
Pasate por el café cuando puedas, hoy tengo abierto, jeje ...
Saudos e Saude.
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