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viernes, 19 de septiembre de 2014

23.- Otoño, días tristes, días de estaño, días de baladas.

Han pasado algunos días desde el último comunicado bélico. Han pasado cosas, como un TAC, una consulta, unos resultados y una medio infección. Digo media porque fueron unos días de fiebre, no muy alta, 38 y un poco de antibiótico con él que aun sigo y seguiré unos días. Las otras pruebas no dieron el resultado óptimo, claro que tampoco confiaba yo mucho en el mismo. Enfín han vuelto a aparecer células cancerígenas por algún ganglio y por el pulmón, la cosa se complica. No pongo otras palabrotas que me soltaron, porque dan grima y no hay necesidad de asustar a nadie.
Solución: quimio menos fuerte pero mas días, una vez a la semana durante tres semanas y descanso de otra y así tres meses, después otro TAC y a ver que pasa.
No quiero pensar en negativo mientras haya una salida, ahora se trata de hacer crónica la enfermedad y hacer que se quede estancada y no avance. Tal vez esto implique unas pastillas con mas o menos asiduidad, pero es lo hay y es donde estoy.
Me ha costado mucho retomar el blog y más con este tipo de noticias. Parece como si uno tuviese que esconderse porque esta grave y te puedes morir. Es como tener vergüenza por desaparecer,  y no es justo, nada tengo que ocultar. Morir todo el mundo lo hace, unos antes y otros mas tarde. Que habría que llegar a los 80? Tal vez sea esa una buena edad, pero cualquiera es mala para al que le llega la hora. El otro día, cuando me daban los resultados, me quedé un poco extraño, más teniendo en cuenta que la mujer y la hija se liaron a llorar como si fuera eminente la cosa, digo que me quedó el cuerpo raro porque yo nunca pensé que me moriría con un aviso, siempre mi idea fue que el día menos pensado me daba un yuyu y ya. Pero esto de que te digan, oiga si esto no da resultado lo probable es que nos deje, es una sensación que te deja un poco pallá. Se te ocurre, como a cualquier padre, darle a tus hijas recomendaciones de como somos los hombre y lo tontos que nos volvemos por los huesos de las mujeres y de decirle a la mujer que no se preocupe por mi, que seguro que estaré bien, vigilandola desde arriba o desde la urna que habrá colocado al lado del televisor, según reza en mi testamento. Todos esas cosas que nunca le diras porque no crees que los vas a dejar. Tengo que reflexionar más sobre esto,
Yo, la verdad estoy tranquilo, he amado, he viajado, he disfrutado playas y caminos, naranjas y churrasco, he visto la semana santa de mi pueblo y la fiesta del pulpo de Aguiño, entre otras, he pasado hambre y sed pero también las he saciado de la forma mas completa que me podía imaginar, tengo amigos que me quieren, una mujer enamorada y unas hijas que son mi mejor obra en la tierra. Después de todo esto, como no estar tranquilo. Que me falta conocer un nieto, un viaje a Nueva York o a Istanbul o a El Cairo, si, pero no se puede tener todo y yo he tenido y tengo mucho. Además aún sigo dando la lata, no? quien me dice que no voy a poder viajar a USA en Febrero? o voy a ver la duodecima del Real Madrid que espero tarde doce años, jajjaja. Lo que tengo claro es una cosa, hay que vivir el día a día y tener un plan B en caso de que no puedas con el A.
Como siempre un poquito de música que me gusta





domingo, 7 de septiembre de 2014

Un día en el Camino



Amanecí cubierto de escarcha, dormir al relente no había sido buena idea, dentro del albergue hacía un calor horroroso y más por culpa del saco, así que decidí dormir fuera sobre la hierba. Me limpié el rostro como pude y después me incorporé, estaba solo. La etapa anterior había sido dura, muy dura, hubo que subir grandes repechos y a mi edad se hacen como enormes montañas.

Lo mejor, un amigo de Londres que hice allá por el kilómetro 7 de la salida. Tendría unos diez años menos que yo y algo de barba, decía en su idioma que iba encantado con el camino, y que hacía muchos años que su padre le había prometido hacerlo con él, pero que por unas cosas y otras que no venían a cuento, siempre se fue postergando.

Su padre lo había realizado solo, hacía más de veinte años, y en invierno y le contaba que ver Cebreiro nevado era uno de los pasajes más bonitos que se pueden ver. Después Samos y su Monasterio y Portomarín o Palas de Rei y Arzúa y como no, el pulpo de Melide hasta ver las torres de la Catedral desde el Monte del Gozo, todo era como su padre le había contado y lo estaba disfrutando tanto como lo había hecho cuando se lo contaba, allá en su villa natal en los alrededores de Londres.

Seguimos caminando y a diez kilómetros de Palas nos paramos a tomar un bocadillo que llevábamos en las mochilas, él lo había llenado de bacon y salchichas, yo de chorizo y tortilla, entonces sacó una botella de vino que había comprado y entre los dos hicimos una última parte no muy derecha, pero bastante divertida entre su habla tipo moranco y mi gallego de Murcia.

Llegamos al albergue algo cansados, pagamos los 5 euros y fuimos hasta nuestras literas, abrí la mochila para coger ropa limpia y algo de jabón, estaba ansioso por una ducha, mi amigo inglés hizo lo mismo, solo que de pronto saco una caja de metal y la puso debajo de la almohada. Me miró y viendo la cara de interrogación que ponía se limito a decir:

-Son las cenizas de mi padre que falleció el mes pasado.

No quise preguntar nada pero una lágrima resbaló por mi cara.


lunes, 1 de septiembre de 2014

22.- Ahora llega el verano

Hoy no tengo nada nuevo que decir, me refiero a lo del tumor, no sé porqué me niego a escribir cancer, parece que si lo escribo va a ser mas grave y no lo voy a superar. En fin, cosas del subconsciente. La verdad es que todo va bien, creo yo, a la espera de esas pruebas que ya me estan poniendo nervioso y aún faltan nueve días o diez. Creo que eso va a ser mi leit motiv durante algún tiempo, pero no es facil acostumbrarse.
Hoy es verano en Coruña, todo el mundo está en la playa, yo empiezo a no tener muchas ganas de sol y calor, me gusta estar en casa, escribiendo, leyendo, escuchando música y sentir el ruido de la cafetera. Un café con hielo y a confiar en mis manos que se deslizan lentamente sobre un teclado. Sobre el youtube han ido cayendo canciones desde John Coltrane hasta Aute y desde Eric Clapton a Silvio Rodriguez, pasando por Estopa, Rolling o BSO Memorias de Äfrica. Y he leído poemas de García Lorca, Omar Kaiane, Machado y Leopoldo Panero y me he acostumbrado a las fotos de algunos personajes como Mishima, Hemingway o Marylin.
Es un placer cuando en unas horas te llenas de todas estas cosas, te hartas de sentir emociones y recuerdos que estaban ahí esperando y que te encienden el alma para el resto del día. No quiero dejarme en el tintero (que bien suena esto, en esta época) y compartir con vosotros lo que leo por las noches. Se trata de una novela de Albert Camus que se llama La Peste, donde unos personajes y su cronista (así se describe su autor) viven sus últimos sueños en medio de una horrible plaga. Siempre me gustó Camus, desde que hizo a Calígula tan humano y desde que deshumanizó a Meursault en El Extranjero.
Y así pasan algunos días y no sé porque me gustan, aunque creo que no hay que repetirlos muy a menudo, por lo que si no pasa nada extraño (no digo grave) volveré a mis clases de Inglés y a mis excursiones fotográficas que las tengo muy abandonadas y luego llega la mujer y te riñe: - Para eso te gastaste tanto dinero en la cámara, para tenerla ahí abandonada? Siempre tienen razón o casi.
Hablando de Silvio Rodriguez una canción que me gusta.