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jueves, 14 de abril de 2011

Un día tonto


Luar Na Lubre - Tu Gitana por Warner-Music

Aquella muchacha tenía un pañuelo de flores rojas y negras, y siempre rodeaba su cuello.
Aquella muchacha tenía los ojos negros y grandes pero su mirada iba dirigida al horizonte, tal vez al horizonte de otra persona. Muchos días me acercaba al puerto solo por verla pasar, después se sentaba en el muro que rodea a la terraza y mirando al mar sus ojos parecían preguntar y debía de existir un diálogo entre ellos y el mar, porque a veces los dos sonreían y otras veces se enfadaban. Aquella muchacha tenía una piel lisa y morena y unos cabellos largos y negros que ondulaban al mismo ritmo que su pañuelo; nunca me saludó y tan solo un día volvió su mirada hacia mí, fue un día que hacía bastante viento y al pasar junto a mí, el pañuelo se le desprendió del cuello y cayó junto a mis pies, lo recogí y al entregárselo, nuestras manos se rozaron tibiamente, ella no dijo nada y yo no tuve fuerzas para hablarle, solo sonreímos; cuantas veces le di las gracias aquel viento, ese día empecé a enamorarme de ella.
       Siempre iba sola, incluso una vez que la encontré en el mercado comprando naranjas, y en el pueblo nadie la conocía ni sabían de donde era, su misterio me intrigaba y mi amor fue tan grande que pasaba el día esperando la hora en que se cruzaba conmigo para sentarse frente al mar.
       Cuando llovía se resguardaba bajo los aleros de la pescadería, ya totalmente vacía y dispuesta para la subasta del día siguiente, allí fumaba lentamente mientras el agua del mar y de la lluvia se unían en una niebla que la envolvía...
            Un día hacia el final del verano aquella muchacha que tenía un pañuelo de flores rojas y negras y que siempre rodeaba su cuello desapareció y yo... yo la recuerdo ahora.

1 comentario:

Óptimus dijo...

Pues vaya recuerdos Menalcas... afortunada se sentirá ella si hoy lee tus palabras!

No dudes de que esa muchaha, en más de una ocasión, ha recordado esa mano que recogió su pañuelo del suelo y la mirada de aquel que se lo entregó...

Recordar a veces es bueno.

Muy buena elección de la música.

Un fuerte abrazo querido amigo.