Natanael, a quien le importa

Santiago, hace frio, creo que en todas las regiones lo hace, asi que para que pensar en irse a otro lado, o lo que es lo mismo, no tengo escapatoria, antes soñaba con un lugar en el sur, donde hace calor y el mar invita a sumergirte en sus aguas azules, y entre sus fondos olvidar los terribles días de encima de la tierra, unos y otros tan parecidos, tan iguales, que a veces no merece la pena vivirlos. Pero ya tampoco me queda el sur, y ahora, hacia donde camino, Natanael?, solo tu ponias el norte para no perderme, de repente, todo se hace extraño, oscuro y de ese color estaño que me aprisiona. Que importa, a quien le importa, tarde o temprano, la vida acaba en esto, en soledad, en cansancio, en frio, como el que recorre mis dedos en cada letra que escribo.
Pasa el tiempo, Natanael, y esa necesidad de cariño cada día se hace mas agobiante, no pensaba asi antes, cuando era mas joven, ya me queria yo, pero ahora, oh Dios, como dependo de una palabra amable, de una mirada, de una sonrisa. No hay remedio, no hay libertad, y lo peor, no hay fuerzas para emprender otros caminos, y se vive entre recuerdos y soledades, y ya ni siquiera con la ilusión de ir al sur, Natanael, porque tambien hace frio. Pero que importa, y sobre todo a quien le importa.
Santiago, hace frio, y tal vez un mal día.