Mi enésima cita con Gide
Natanael, te enseñaré el fervor.
Nuestros actos se ligan a nosotros como su fulgor al fósforo. Nos consumen, es cierto, pero nos dan nuestro esplendor.
Y si nuestra alma ha valido algo es porque se ha quemado más ardientemente que otras.
Yo os he visto, grandes campos bañados con la blancura del alba; lagos azules, yo me he bañado en vuestras olas y que cada caricia del aire riente me haya hecho sonreír es lo que no me cansaré de repetirte, Natanael. Te enseñaré el fervor.
Si yo hubiese sabido cosas más bellas son ésas las que te habría dicho; ésas, por cierto, y no otras.
No me has enseñado la sabiduría, Menalcas. De ningún modo la sabiduría, sino el amor.
2 comentarios:
El video es estupendo amigo! Cosas como esas incitan a uno a moverse, salir, ver mundo.
Impactantes imágenes (la mejor la de las cataratas) alegrías, desastres, cazadores, presas, aventura, costumbres, riesgo, colorido, superviviencia y fuerza, sobre todo, fuerza...
Bonito texto.
Un fuerte abrazo Menalcas.
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