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jueves, 5 de junio de 2014

15.- A veces hay días de color estaño

Hoy es un día de color estaño, el cielo esta gris, aunque hace calor. Días de color estaño llamaba yo a esos días en que todo te da igual, que lo único que te apetece es que pase el tiempo tumbado en una cama, escuchar música de este estilo y dejarte llevar por la nostalgia, entonces recuerdo aquellas noches con un cigarrillo echando humo entre mis labios. Seguro que te acuerdas Natanael, de la cantidad de días que pasaron con este color, y  aquella barca que a veces dejábamos navegar según el viento que soplase, sin sentir la necesidad de llegar a ninguna parte. Itaca está lejos, me dijistes, y que lo importante no era llegar sino el camino. Siempre fue mas importante el camino, hasta el de Santiago.  De vez en cuando necesito estos días y dejarme llevar por esa barca a ningún sitio, y así recordar caminos que he recorrido.



El martes me llamaron del Chuac, que tengo que ingresar el lunes para que me operen el martes a la mañana, lo cual es una buena noticia, así acabaremos con la fuente del tumor y ya depende del TAC y las pruebas postoperatorias lo que pueda pasar en adelante. Pero, pero un pequeño contratiempo de hoy, es decir una pequeña infección en la uretra va a necesitar algo de antibioticos, lo cual quiere decir que si mis defensas no colaboran, habrá que retrasar la operación. Espero que sea cuestión de poco tiempo y me puedan hacer la extirpación lo antes posible. Por cierto, tengo una magnifica doctora en el Centro Oncológico, está pendiente a cualquier sintoma extraño que pueda tener y soluciona rápido dichos problemas; desde aquí le agradezco ese interés que tantas veces se echa en falta en otros sitios.

Un trozo de un libro que es como el libro de cabecera, cuando quiero sumergirme lo hago con él. Es de André Gide y se llama Los Alimentos Terrestres, dice así:

¿Acaso se embriagaba con vino el ruiseñor?
¿Y el águila con leche? ¿O con enebro los zorzales?

El águila se embriagaba con su vuelo. El ruiseñor se embriagaba con las noches de estío. La llanura tiembla de calor. Natanael, que toda emoción sepa convertirse en embriaguez para ti. Si lo que comes no te embriaga es que no tenías hambre. 


La sal de la mar no pierde su sabor, pero mis labios son ya viejos para sentirla. ¡Ah! ¿Por qué no respiré el aire marino cuando mi alma lo deseaba ávidamente? ¿Qué vino podrá embriagarme ahora? Natanael, ¡ay!, satisface tu goce cuando le hace sonreír a tu alma y tu deseo de amor cuando tus labios son todavía bellos para ser besados y cuando tu abrazo es alegre.
Pues pensarás y dirás: Los frutos estaban allí; su peso curvaba y cansaba ya a las ramas; mi boca estaba allí y estaba llena de deseos; pero mi boca permaneció cerrada, y mis manos no pudieron tenderse porque estaban unidas para la plegaria; y mi alma y mi carne quedaron desesperadamente sedientas. La hora pasó desesperadamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento este dia estaño. Siempre los ha habido y siempre los habra. Es parte de estar vivo. Ademas son necesarios para que asi los dias radiantes de sol puedan esistir. Mañana sera otro dia, otro color ..

Dyhego dijo...

Te mando todas mis energías, todas mis simpatías y todo mi afecto.
¡Ánimo, campeón!
Reponte y vuelve prontito, que te esperamos ansiosos.
¡Amimo!
Salu2.
Diego.

Rosna dijo...

Gambareeeee Sr Menalcas , un paso màs . No decaiga , mencionò Itaka ... y es eso jamàs nos engaña es un camino a nuestro interior .
Un abrazo y mejor energìa le dejo .