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lunes, 22 de agosto de 2011

El paso de los días



A veces uno se cree como más joven, sí, como 15 o 20 años mas joven y disfruta con personas que tienen esa edad y con las que casi llega a lanzarse en parapente como si los años no hubiesen pasado. Si, a veces uno se compra ropa más o menos moderna y juvenil y hasta nos apuntamos al gimnasio buscando mejorar nuestro cuerpo, lo que no está nada mal, al revés, lo malo es que queremos mejorarlo quitandole las marcas de la edad y eso no debe ser así, al menos no debemos obsesionarnos por conseguirlo.
A veces uno se siente tan bien que hasta nos imaginamos seduciendo a jovencitas que podrían ser nuestras hijas, y utilizamos cremas para después del afeitado que si al mismo tiempo nos retrasan alguna arruga, pues mejor, aunque sea un poco mas cara.
A veces nos hacemos unas ilusiones tan sin sentido y al mismo tiempo tan realistas en nuestra cabeza que no entiendo como no nos damos cuenta, como somos tan ingenuos que incluso llegamos a creer que podemos, que podemos.
Y que coño vamos a poder, somos humanos y la edad no perdona y si pensabas que la vida te sonreía, de repente llega un momento en que todo se derrumba y todo falla, el cuerpo falla, la cabeza falla, la fuerza nos falla, y no hablemos de sexo, que eso hace tiempo que ya falló, y entonces nos vemos en un espejo como Dorien Gray después de, y las arrugas te comen la cara y la mirada se hace lejana y profunda y el pelo se vuelve blanco y de paso te abandona poco a poco, y las manos tiemblan y el color va desapareciendo.
Creo que lo único que permanece son los sentimientos y yo ahora sigo sientiendo el cariño, la tristeza, y siento como la noche penetra por mis poros, y siento que a poca gente le importa.
Yo aún pienso que no necesito de nadie para seguir, que soy lo bastante fuerte como para sobrevivir en un mundo de egoismos, pero la vida te golpea y golpea y antes que me creía joven, luchaba y salía, pero ahora no lo tengo tan claro, quizás debí darme cuenta, como hace la gente normal, que el paso del tiempo acaba con uno mas bien pronto que tarde, quizás debí darme cuenta, pero no lo hice.
Hoy es un día triste, de nada sirve gritar, enfadarse, llorar, que mas da, lo que tengo que hacer es sentarme y dejarme llevar por mi verdadero tiempo.

Ya vés Natanael, aún me queda este poema de García Lorca

El Sueño va sobre el Tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del Sueño.

¡Ay, cómo canta el alba! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!

El Tiempo va sobre el Sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.

¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!

Sobre la misma columna,
abrazados Sueño y Tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.

¡Ay cómo canta el alba! ¡Cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!

Y si el Sueño finge muros
en la llanura del Tiempo,
el Tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.

¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu mismo lo dices ahí arriba, no debes obsesionarte con el paso del tiempo, sino no disfrutaras, ya que tarde o temprano pasa para todos. Por lo que te conozco, y no es un cumplido, aun te queda mucha guerra por dar, no dejes que unas tristes arrugas te amarguen, piensa que simplemente puede ser el reflejo de lo vivido, y que, por desgracia en la vida, hay muchas, pero muchas cosas peores por las que preocuparse. Un abrazo y recuerda CARPE DIEM, como tu has dicho muchas veces, cuando uno falte solo se acordara de lo que no hizo, así que a disfrutar compañero.

Juanma dijo...

No sabes, querido mío, cómo me duele esta entrada en lo más hondo.

Muchas gracias por escribir algo así.

Abrazos.