Siguiendo con un periplo por la geografía de España, nos vamos a Madrid, donde tres personajes no madrileños nos emocionan con su arte.
“Madrid, en cualquier caso, es un sitio curioso. No creo que llegue a
gustarle a nadie cuando se va por primera vez. No tiene la catadura que
uno espera que va a tener España. No es pintoresco. Es más moderno que
pintoresco, no hay trajes regionales, no hay sombreros cordobeses, como
no sea en la cabeza de algunos chalados, no hay castañuelas ni esa
repugnante farsa de las cuevas de gitanos de Granada, por ejemplo. No
hay en la ciudad un solo lugar de color local para los turistas. Y sin
embargo, cuando se conoce Madrid, es la ciudad más simpática, y, un mes
con otro, la de mejor clima del mundo. Las otras grandes ciudades son
todas grandes ciudades típicas de provincias, andaluzas, o catalanas, o
vascas o aragonesas o de cualquier otra provincia. Y la esencia, cuando
realmente es la esencia, puede estar contenida en una botella de vidrio
ordinario, no hacen falta etiquetas fantásticas; no hacen falta en
Madrid trajes folklóricos. Cualquier clase de edificio que se construya,
incluso aunque se parezca enormemente a los que se construyeron en
Buenos Aires, cuando se le ve encuadrado en ese cielo de Madrid se sabe
que uno está en Madrid. Y aunque Madrid no tuviera más que su Museo del
Prado, valdría la pena ir a pasar allí un mes todas las primaveras si no
tiene dinero suficiente para pasarse un mes en una ciudad europea. Pero
cuando se puede tener al mismo tiempo el Prado y los toros, con El
Escorial a dos horas apenas al Norte y Toledo al Sur, con una buena
carretera que os llevará a Ávila y una buena carretera que os llevará a
Segovia, y a un paso de Segovia, La Granja, se experimenta una pena muy
grande pensando que, al margen del problema de la inmortalidad, será
preciso morirse algún día y no volverlo a ver.”
Ernest Heminguay
1 comentario:
¡Que disfrutes de tus viajes!
Todas las ciudades tienen su encanto.
Salu2, Menalcas.
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